Crear una landing page que realmente convierta no es cuestión de “poner un botón grande y un titular bonito”, aunque muchos todavía lo crean. Si bastara con eso, todos tendríamos tasas de conversión del 80 %. Pero la realidad es otra: la mayoría de las páginas fallan porque no entienden cómo piensa el usuario ni qué necesita ver antes de tomar una decisión.
Una landing page eficaz combina estructura, persuasión y datos. Es un espacio donde cada palabra, color y clic tienen un propósito claro: guiar al visitante hacia la acción. En este artículo analizamos los elementos que marcan la diferencia —desde el titular hasta las pruebas A/B— para que tu próxima página no solo atraiga miradas, sino que también genere resultados reales.

