Ah, los molestadores. Esos seres que aparecen en los momentos más inesperados, como un vendedor de enciclopedias en plena era digital. No respetan horarios, días festivos, ni ese pequeño detalle llamado “vida personal”. Su excusa predilecta: la urgencia. ¿Real? No. ¿Molesta? Absolutamente. Este artículo se sumerge en su fascinante mundo, explorando sus estrategias, reacciones y, lo más importante, cómo protegernos de ellos.
En un universo donde la conexión es permanente, estas prácticas no solo perturban, sino que también afectan relaciones laborales y personales. Es hora de analizar a fondo este comportamiento y aprender a manejarlo como profesionales.