A estas alturas, cualquiera diría que para crecer en redes necesitas convertirte en una fábrica humana de contenido: escribir, grabar, editar, repetir… como si tu audiencia premiara la cantidad por encima de la estrategia. La realidad, por suerte, es bastante menos dramática: no necesitas trabajar el triple, sino aprovechar mejor lo que ya has creado.
Cuando aplicas un sistema sólido de content repurposing, tu contenido largo deja de ser una pieza aislada y se convierte en materia prima para vídeos, newsletters, posts y guías que amplían tu alcance sin multiplicar el esfuerzo. En este artículo verás cómo transformar una sola idea en una batería de microformatos rentables, con prioridades claras, un calendario realista y herramientas que te facilitan el proceso.

