¿Es LinkedIn la red de los malos comerciales?

La red profesional… o el bazar del spam

LinkedIn nació con la promesa de ser la red social profesional por excelencia, un espacio donde empresas y trabajadores pudieran conectar, generar oportunidades y construir relaciones de valor. En teoría, suena como el lugar perfecto para hacer networking, descubrir talento y encontrar oportunidades de negocio reales. Sin embargo, en la práctica, lo que muchos encuentran es una feria de vendedores agresivos que han convertido la plataforma en un mercadillo de mensajes automatizados y estrategias de venta cuestionables.

El problema no es que LinkedIn sea un canal de ventas. El problema es cómo lo utilizan algunos comerciales, que han convertido el «contactar con clientes potenciales» en un deporte de acoso masivo. Solicitudes de conexión sin contexto, mensajes de copia y pega y respuestas pasivo-agresivas cuando no caes en su trampa son el pan de cada día. Si alguna vez te has sentido bombardeado por ofertas irrelevantes o has recibido una propuesta absurda que demuestra que ni siquiera han leído tu perfil, bienvenido: has sido víctima de los malos comerciales de LinkedIn.

«Te añado y te mando mensaje»

Ah, la dulce sensación de recibir una notificación de que alguien ha querido conectarse contigo. Quizás es un colega de la industria, un potencial socio o alguien con intereses comunes. Pero no. Es un comercial que, en cuanto aceptas su solicitud, te suelta un mensaje de venta como si fueras un número en su lista. Ni un saludo, ni una introducción, ni un intento de establecer una conversación natural. Nada. Solo una oferta genérica lanzada como un dardo al aire, esperando que caiga en la diana.

El problema de esta estrategia es que no funciona. La gente no compra a extraños que aparecen de la nada con un discurso automatizado. Una conexión en LinkedIn debería ser el inicio de una conversación, no el equivalente digital a un vendedor llamando a tu puerta sin haber sido invitado. Sin embargo, muchos comerciales siguen creyendo que LinkedIn es una versión glorificada de las llamadas en frío.

¿Y cuál es el resultado? La mayoría de estos mensajes son ignorados, marcados como spam o, peor aún, llevan al comercial a ser bloqueado. Porque si algo molesta más que una venta agresiva, es una venta agresiva sin ni siquiera haber construido una mínima relación.

Pocas cosas son más frustrantes que recibir un mensaje de venta de alguien que ni siquiera ha investigado a quién le está hablando. «He visto tu empresa y creo que podemos ayudarte a mejorar tu estrategia digital»—dice el comercial que, curiosamente, está vendiendo exactamente el mismo servicio que tú ofreces. ¿Ironía? ¿Desgana? Probablemente ambas cosas.

En pleno 2025, con toda la información disponible en LinkedIn y otras plataformas, no hay excusa para no hacer una mínima investigación antes de contactar a alguien. Saber a qué se dedica una empresa, qué tipo de servicios ofrece y qué problemas podría tener es lo mínimo que se espera de un comercial profesional. Pero no, muchos prefieren disparar a lo loco, como si estuvieran jugando a la ruleta rusa de las ventas.

¿Y qué pasa cuando les señalas su error? Algunos se disculpan y desaparecen. Otros intentan cambiar de táctica sobre la marcha. Pero los más osados insisten en que su solución es la mejor, aunque claramente no tenga sentido. Al final, la falta de investigación solo demuestra falta de profesionalismo.

Nada mejor que la reacción de algunos comerciales cuando no les compras a la primera. ¿Te atreves a hacer preguntas? ¿A dudar de su oferta? ¡Blasfemia! En ese momento, pasas de ser un posible cliente a ser un «desagradecido» que no sabe valorar las oportunidades que le ponen en bandeja.

Algunos comerciales llevan tan mal el rechazo que responden con mensajes pasivo-agresivos o directamente te bloquean. “Veo que no valoras las oportunidades de crecimiento”, “Con esa mentalidad, tu empresa no irá muy lejos” o el mítico “Suerte, la vas a necesitar” son algunas de las respuestas que puedes recibir si no dices «sí» al instante.

Este tipo de actitudes no solo son poco profesionales, sino que reflejan una falta total de inteligencia emocional. Un buen comercial sabe que no todos los clientes potenciales estarán interesados y que la clave está en construir relaciones, no en forzar ventas. Pero los malos comerciales de LinkedIn prefieren convertir una negativa en un drama.

«Hola [Nombre], he visto tu perfil y creo que podemos colaborar.» El problema no es solo que este mensaje sea genérico, sino que lo recibes de varias personas en una misma semana. Mismo texto. Mismo enfoque. En ocasiones, ni siquiera se toman la molestia de personalizar el «[Nombre]».

El spam masivo ha convertido LinkedIn en un campo de minas de mensajes automatizados. La falta de personalización no solo es molesta, sino que demuestra que el comercial no tiene ningún interés real en conectar contigo. Solo busca números. Y lo peor es que muchas veces estos mensajes vienen de herramientas de automatización que disparan solicitudes a cientos de perfiles al día.

El problema de esta estrategia es que convierte una red profesional en un lugar de desconfianza. Cada vez más personas ignoran mensajes comerciales por defecto, lo que perjudica incluso a aquellos que sí hacen su trabajo de manera correcta.

Algunos comerciales tienen prisa. No quieren perder el tiempo con mensajes, ni con conocer tu empresa, ni con construir una relación. Ellos quieren vender y lo quieren hacer ya. «Pásame tu número, te llamo en 5 minutos», dicen, como si tu agenda estuviera esperando su llamada.

Este nivel de urgencia no solo es molesto, sino que roza la arrogancia. Asumen que su oferta es tan irresistible que, en cuanto la escuches, no podrás decir que no. Pero la realidad es que la mayoría de la gente ignora este tipo de peticiones o responde con un educado «No, gracias».

El problema es que este enfoque crea una experiencia negativa. Nadie quiere sentirse presionado para atender una llamada de ventas sorpresa. Un comercial profesional sabe que la paciencia y el respeto por el tiempo del cliente son clave. Pero los malos comerciales de LinkedIn creen que la impaciencia es una virtud.

LinkedIn sigue siendo una plataforma increíble para generar oportunidades profesionales, pero su abuso por parte de comerciales poco preparados ha hecho que muchos usuarios se replanteen su uso. Lo que debería ser un espacio para la construcción de relaciones y el networking de calidad se ha convertido, en muchos casos, en un escaparate de malas prácticas de ventas.

El problema no es LinkedIn en sí, sino cómo algunos comerciales lo utilizan. Las ventas en redes sociales requieren estrategia, paciencia y, sobre todo, profesionalismo. Mientras sigan existiendo comerciales que prefieren el spam masivo antes que la conexión genuina, LinkedIn seguirá arrastrando la reputación de ser la red de los malos comerciales. ¿La solución? Un uso más inteligente y humano de la plataforma. Pero para eso, primero, algunos deberían empezar por aprender qué significa «hacer networking».

Gracias por acompañarme en este viaje digital. Si te ha gustado este artículo, hay más sorpresas esperando en el rincón de #TuConsejoDigital. ¡Nos vemos por ahí!

4 comentarios en «¿Es LinkedIn la red de los malos comerciales?»

    • Voy a tener que poner mi batería de respuestas para esos personajos… Una de las que pongo es: «Sabe a que me dedico?» el 99% ni lo sabe, así que mi siguiente respuesta es «No me interesa hablar con una persona que quiere venderme cosas raras para un blog personal» jajajaja
      Me alegro que te haya gustado el artículo.

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